En el Día Internacional de la Mujer, una conductora de camión de acarreo de 28 años en la mina de oro más grande de México ofrece un ejemplo brillante a las niñas de todo el mundo de que nada está más allá de sus capacidades.
Hace cinco años, Yazmín Morquecho Robles decidió ir a la Mina Peñasquito en Mazapil, Zacatecas, a buscar trabajo.
Le ofrecieron un puesto como conductora dentro de la enorme mina a cielo abierto, pero a pesar de no haber conducido nunca un vehículo de ningún tipo, y algunos hombres le dijeron que el trabajo «no era un trabajo de mujeres», decidió aceptar la oferta. .
Ahora es una operadora muy competente de una enorme Komatsu 930E que es capaz de mover hasta 500 toneladas de material a la vez.
A pesar de que tiene más de ocho metros de ancho, casi ocho metros de alto y 15 metros de largo, y a pesar de que ella misma mide solo 1.54 metros de altura, Morquecho se refiere al vehículo gigantesco como “mi camioncito,”O mi camioneta.
Sin embargo, ese no es el único nombre de mascota que le ha dado al vehículo.
Poco después de comenzar su trabajo, recordó Morquecho, decidió llamar a su camioneta Camilo, dijo al periódico el Universal que un caballo de su padre compartía el mismo nombre y para calmarlo decía: “Tranquilo, Camilo. «
Cuando conducía el Komatsu en un día lluvioso y sintió que los neumáticos de cuatro metros de alto resbalaban sobre la superficie mojada al descender por la cara de la mina, de repente se encontró diciendo: “Tranquilo, Camilo. «
Logró recuperar el control del vehículo y, a partir de ese momento, el nombre se quedó. Ahora, Morquecho no solo considera a “Camilo” un excelente compañero de trabajo, pasando hasta 12 horas diarias dentro del vehículo, sino también un acompañante.
No es inusual que ella hable con la camioneta para desahogarse de los problemas o simplemente para hacer que el día sea más rápido.
Morquecho dijo el Universal que la oportunidad de trabajar como conductora de camiones de carga en la mina propiedad de la firma canadiense Goldcorp Inc. le había permitido ganar un buen salario y lograr sus sueños al mismo tiempo que ayudaba a sus padres.
También dijo que el trabajo la hace feliz y, después de aparecer en una revista de la empresa, recibió una invitación de Komatsu para viajar a una fábrica de la empresa en Estados Unidos. Espera hacer el viaje a finales de este año.
A pesar de cierta inquietud inicial, Morquecho está ahora bien y verdaderamente convencido de que las mujeres pueden ser excelentes mineras.
“Antes se pensaba que este oficio era solo un trabajo de hombres; existía la idea de que si una mujer entraba en una mina. . . podría haber desastres ”, dijo.
Pero ahora “las mujeres han demostrado que podemos hacer trabajos pesados”, agregó la minera.
Fuente: El Universal (sp)
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